ERMITA DE SAN JOSÉ
VEGA DE SAN JOSÉ
La ermita de San José estaba situada a 2 kilómetros de la Villa de Teguise en medio de la Vega que lleva su nombre y que estaban consideradas como las mejores tierras de Lanzarote.
Esta ermita fue levantada en el siglo XVII por Don Diego de Laguna y Ayala, que fue Beneficiado de la Parroquia de Teguise, Vicario de Lanzarote, Comisario del Santo Oficio y Juez del Santo Tribunal de Cruzada.
La ermita estaba junto al cortijo de San José. Don Diego había nacido el 19 de febrero de 1649 y lo había heredado de sus padres, el Capitán don Cristóbal de Laguna y Doña María de Ayala.
En dos hornacinas laterales estaban situadas las imágenes de San Isidro y la de San Agustín, esta última de escuela bizantina y de un mérito extraordinario, y al fondo presidiendo la ermita estaba el cuadro de los Desposorios del patriarca San José. Este lienzo había sido pintado por Hernández de Quintana, en la actualidad se encuentra en el Museo Diocesano de Arte Sacro en Teguise.
Al fallecer Don Diego de Laguna en el Puerto de la Cruz el 7 de septiembre de 1711 la ermita y el cortijo fue heredado por su sobrina Doña Antonia de Ocampo y Bustamante casada con Don Luis de Teodosio de Lara. Don Diego había fundado un patronato para el cuidado de esta ermita. En 1800 era patrono de esta ermita Don Juan de Lara, a quien sucedió Don Anacleto de Lara, y en 1878 figuraba el presbítero Don Leandro de Lara y Arbelo.
Esta ermita fue durante muchos años refugio de los romeros de la Virgen de las Nieves, quienes al llegar en las bajadas de la Virgen se encontraban aquí con los vecinos del Mojón y Teseguite, que llevaban en procesión las imágenes de San Sebastián y San Leandro que acompañaban a la Virgen hasta la Iglesia Parroquial de Teguise.
Durante las fiestas de San Isidro la imagen era llevada en procesión hasta la Parroquia y los domingos celebraba misa en la ermita el cura Cortez. En el año 1900, y ante el deterioro que estaba sufriendo el famoso cuadro de los Desposorios, Don Juan Melian, párroco de Teguise, se lo pide prestado a Don Antonio Ortíz de Lara, dueño del cortijo, y es llevado a la ermita de la Vera Cruz. Unos años después, concretamente el 15 de mayo de 1906, Don Antonio Ortíz hace donación de dicho cuadro a la Parroquia de Teguise y se levanta para ello un acta junto con el párroco don Antonio Gil Santana.
La ermita fue utilizada como garaje por lo que el entonces párroco Don Nicolás Rodríguez prohibió celebrar actos religiosos en la misma. Las imágenes fueron llevadas a la parroquia de Teguise. Sin embargo la ermita continúo siendo utilizada como refugio en las bajadas de la virgen de las Nieves.
En el año 1951 el techo es derribado por su dueño para vender la madera. Sus piedras hoy son el testigo mudo de la historia religiosa de Lanzarote.
Francisco Hernández Delgado
Cronista Oficial de Teguise
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